top of page

Nuestra historia

 

 

 

Nuestra parroquia inicia hacia el año 1970 cuando se comenzaron a dar varios asentamientos migratorios en el noroeste de la ciudad de Querétaro, provenientes del Bajío del país y la sierra queretana.

 

El lugar que se convertiría en su hogar era el Ejido Menchaca, hasta entonces tierras de cultivo. Al poco tiempo fue llamdo simplemente colonia Menchaca. 

 

En este asentamiento, muy neesitado de asistencia espiritual, el Sr. Obispo Alfonso Toris Cobián encargó al padre Gonzálo Zarazúa esta importante labor. No estuvo sólo, ya que rápidamente las ordenes religiosas (Salesianos y Maristas) ejercitaron su celo asistiendo también a los habitantes de lo que hoy es Peñuelas. 

 

De esta manera lograron resultados imporantes: grupos de catequésis e inciaron a construir el templo parroquial.  

 

El 19 de octubre de 1989 llegó el padre Fidencio López Plaza, sacerdote que dejaría una huella profunda en la comunidad. Fue enviado por el entonces Sr. Obispo Don Mario de Gasperín, con el nombramiento de Párroco de la nueva parroquia de las Bienaventuranzas.  

 

Al padre Fidencio López se le presentaba una árdua labor: no existián estructuras pastorales, había una gran pobreza que propiciaba la violencia juvenil (chavos banda) y otros problemas sociales.

 

Inició su trabajo aprovechando los grupos de catequésis que el padre Gonzálo Zarazúa y los Salesianos habían formado. De esta manera en  mayo de 1990 el padre Fidencio invita a los movimientos (Renovación, CEBs), catequistas y jóvenes a un retiro de tres días de encierro, de donde nació el primer Consejo de Pastoral Parroquial; y más importante aún, el plan de trabajo pastoral y el Comité de Construcción del Templo. 

El incio

bottom of page